¿Qué había deprimido a Joe Dassin últimamente? ¿Podría haberse salvado?
Siempre llevaba un traje blanco y brillante. Su sonrisa encantadora, su voz tranquilizadora y aterciopelada volvieron locas a millones de chicas y mujeres. La imagen de un ángel blanco como la nieve enviado desde el cielo hizo que la gente se aferrara con asombro a las pantallas y lo viera cantar y moverse por el escenario. Inspiraba una serenidad y una seguridad interior que los simples mortales no podían conseguir. ¡Era un guía y su voz una guía!
Pero, ¿quién era el hombre que se escondía tras esa fachada blanca como la nieve? ¿La imagen en el escenario coincide con su imagen real? ¿Quién era Joe Dassin en la vida ordinaria?
Cuando nuestro equipo de rodaje ruso se desplazó a París para filmar el documental "Joe Dassin. La historia de una profecía", debían entrevistar a amigos cercanos y familiares del músico. En el proceso, descubrieron a un Dassin muy diferente a los de su entorno, uno que pocos habían conocido antes. De hecho, el cantante era un hombre inseguro, muy hipócrita y acomplejado. Tenía miedo de algo y trataba de ocultarlo a la gente de su entorno. ¿De dónde viene todo esto en él? Intentemos averiguarlo.
Tenía 20 años y estudiaba en la Universidad de Michigan, en Estados Unidos. En pocos años se convertiría en antropólogo de formación, investigando los orígenes, las costumbres y la cultura de los pueblos del mundo. Pero el destino decidió otra cosa: un buen día, eligiendo entre otra expedición a las Américas o un viaje a Europa, optó por lo segundo y se subió a un transatlántico de carga y navegó por el océano hasta el otro continente.
En Europa, enseguida se vio envuelto de pies a cabeza en la vida social: tuvo aventuras con chicas, tocó la guitarra, escribió y actuó en películas. Después de un tiempo, conoció a una chica llamada Mariz. Decidió "cazar" a un apasionado hombre de compañía y hacer oficial su unión. El día de la inscripción, Joe Dassin se presentó con un atuendo muy extraño: el traje era viejo y raído, en la cara lucía una barba de tres días y estaba borracho como una cuba. Pero esto no le preocupaba a Mariz; veía potencial en él, y podía escuchar su voz, que, en un susurro, podía hacer que millones de personas lo escucharan durante horas.
Por supuesto, todo el mundo a su alrededor estaba encantado con lo que había ocurrido: por fin era un hombre de familia. Pero aún más emocionante para todos sus amigos y familiares era el éxito artístico que había alcanzado. Sin embargo, una subida tan vertiginosa le asustó incluso a él. A Joe le resultaba difícil de soportar... Era por naturaleza un hombre sin publicidad, su popularidad le deprimía y no podía disfrutar plenamente de la vida como antes. Su vida privada ya no era suya; era de dominio público. Su timidez le impedía convertirse en una estrella cada día más. Contra todo pronóstico, se ganó el reconocimiento de millones de personas y se convirtió en uno de los cantantes más populares del siglo XX. ¡¿Pero qué le costó?!
De las entrevistas con sus amigos y familiares se desprende que luchaba con una doble personalidad. Su naturaleza luchaba consigo misma cada día más. Hacia el final de su vida estaba profundamente deprimido, cuanto más le irradiaba la fama, más se retraía en sí mismo. Sólo quería estar solo. Una vez confesó: "Tengo miedo de mi propia fama.
Su vida personal dio un vuelco cuando conoció a una chica en un avión. La chica se llamaba Christine. En la película "Joe Dassin. La historia de una profecía" detalla su historia de amor. La vida cambió, ¡y no para mejor! El papel de la esposa de Christine no funcionó bien. Era muy celosa, irascible y descontrolada.
Las drogas y el alcohol que Christine había estado consumiendo echaron más leña al fuego. Por supuesto, Joe no se quedó al margen y le hizo compañía, un estilo de vida que también le cambió a él. Cuando se inició el proceso de divorcio, Joe Dassin dijo en el tribunal que sería mejor para sus hijos que los criara él mismo, porque no veía a su mujer en ese papel. Podría haber perjudicado a los niños, dañando su psique. El tribunal supo discernir la esencia de Christine y, para sorpresa de muchos, Joe obtuvo la custodia de los niños. En su momento, fue una decisión bastante audaz que el tribunal otorgara la custodia al padre en lugar de a la madre.
Todo esto le estaba pasando una factura terrible a la cantante. Su vida artística pasaba por malos momentos, su vida familiar se desmoronó, dejándole sin hijos. Su salud y su estado mental estaban fallando... Como resultado, tuvo un ataque al corazón a la edad de 41 años. ¡Fue un colapso!
Acostumbrado a un estilo de vida desenfrenado, el repentino cambio de contrastes le pasó factura. Era un músico, ¡y no podía estar sin él! Hacía un mes que Joe había salido del hospital. No había dinero, y él tampoco podía ganar dinero. El lujo y la comodidad siempre habían sido sus fieles compañeros: hoteles caros, bebidas caras, mujeres, tenis, golf, esquí, vacaciones en centros turísticos de lujo... Este estilo de vida requería una gran inversión. Decidido a tomarse un descanso, se llevó a su familia: su madre y sus dos hijos pequeños; invitó a su gran amigo Claude Lemel y se fue de vacaciones a Tahití. Dos días después, murió. Sucedió muy rápidamente. En un restaurante, en una mesa...
Si el destino hubiera decidido otra cosa, y hubiera muerto en un accidente de coche, por ejemplo, millones de fans se habrían quedado con preguntas sin respuesta para el destino y para Dios. Pero por lo demás, fue una tragedia de su propia cosecha. Su motor interno simplemente no podía soportar la tensión. Su corazón se detuvo...
Y aquí deberíamos dejar la pregunta retórica: "¿Habría sido Joe Dassin más feliz si no se hubiera ido a Europa entonces? ¿En qué tipo de hombre se habría convertido si hubiera elegido la profesión de antropólogo y científico? ¿Qué habría pasado con su arte, sus canciones, su voz? ¿Habría notado el mundo la ausencia del genio musical de Joe Dassin?"