La actuación de Yarden Kleiman en el techo.
Yarden Kleiman nació en 1993 en Jerusalén. Ahora es conocida como una saxofonista virtuosa. Rompe con el estereotipo de que tocar el saxofón es todo jazz. Yarden cautiva con su energía y carisma. Sus actuaciones en directo son la envidia de las estrellas del rock.
Un poco de historia...
Como ya hemos dicho, Yarden Kleiman nació en la capital israelí, la bella y soleada Jerusalén. Aprendió a tocar el saxofón en Nueva Zelanda y Australia, donde vivió casi cuatro años. Más tarde regresó a su tierra natal y se matriculó en la Academia de Música y Danza de Jerusalén.
La obra de Kleiman se basa en la música folclórica israelí.
En la actualidad vive en Tel Aviv-Jaffa, y ocasionalmente da clases de saxofón a estudiantes. Toca e improvisa brillantemente en directo con ritmos eléctricos. Clyman tiene en su haber una exitosa gira por Italia, Turquía, Grecia, Alemania y Azerbaiyán.
Un nuevo formato en una pandemia
A finales de marzo, debido a los brotes de coronavirus, muchos países del mundo entraron en modo de cuarentena... Sin embargo, para un músico de verdad, ¡el autoaislamiento no es en absoluto una prohibición de las actuaciones en directo! Por ejemplo, Kleiman dio un gran concierto... ¡en la azotea! La chica tocaba muy bien la música - ¡no sin ayuda de sus colegas! La actuación resultó alegre y luminosa... Así quiso apoyar a la gente que estaba encerrada. Por cierto, el público de los balcones de las casas cercanas estaba encantado.
En su entrevista con la BBC, Yarden compartió:
"...Queremos dar a la gente alegría incluso en estos tiempos difíciles para el mundo... Queremos que se sientan un poco más felices en estos tiempos difíciles. Todo lo que está ocurriendo en el mundo nos está rompiendo el corazón... Pero pase lo que pase, es muy importante que todo el mundo se quede en casa ahora.
"...Y si estás triste, ¡podemos ayudarte a aliviar tu tristeza! Estamos dispuestos a actuar especialmente para los que tienen que quedarse en casa a causa de la cuarentena. Tampoco violamos las medidas de seguridad impuestas, evitamos cualquier contacto con la gente... Tampoco queremos exponer a los demás al peligro, no queremos que salgan a la calle. Por eso decidimos que un concierto en la azotea sería perfecto. De este modo, cada uno puede escuchar la música desde la comodidad de su casa, sentado o bailando en su propio balcón. Y estamos agradecidos a la policía por ayudarnos con esto".