Las mejores composiciones instrumentales de Pink Floyd
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Además de canciones monumentales llenas de brillantez poética que te dejan sin aliento, Pink Floyd presume definitivamente de sus inquietantes, pero no menos emocionantes, composiciones instrumentales de rock progresivo. A veces la gente necesita definitivamente un poco de descanso de las letras pesadas y en algunos casos absurdas que, a pesar de ser una parte integral de su música, dejan, a veces, un regusto sombrío.
En el rock ruso, las letras son una parte integral del género, sin la cual el propio concepto no existiría. Sólo hay un puñado de "instrumentales" de músicos de rock rusos, e incluso entonces, estas melodías son más bien experimentos fallidos. También Pink Floyd ha sido muy apreciado por sus letras desde los tiempos de Sid Barrett. Pero la legendaria banda tiene melodías sin palabras, impactantes en su profundidad y que evocan una tormenta de emociones. Las palabras serían superfluas en estas composiciones. Son la quintaesencia de la filosofía en su forma más pura, una corriente de conciencia hecha de notas.
Una lista de reproducción de geniales temas instrumentales de Pink Floyd...
Obscured By Clouds (1972)
La canción que da título al álbum de bandas sonoras de Pink Floyd de 1972 "Obscured by Clouds" es una de las mejores composiciones instrumentales de todos los tiempos. Se trata esencialmente de un experimento, en el que se utilizan sintetizadores analógicos y técnicas de grabación entonces novedosas. Una vez escuchada, puede quedarse en la cabeza durante días.
El color que quieras (1973)
Álbum El lado oscuro de la luna - una de las maravillas del mundo. Y esta pista puede ponerte fácilmente en trance.
Terminal Frost (1987)
La intrincada combinación de guitarras, piano y saxofón sugiere que esta composición fue escrita por un extraterrestre del espacio exterior.
Marooned (1992)
Esta pista es quizás el olimpo de la creatividad y la creatividad. Una fuente inagotable de inspiración.
Es lo que hacemos (2014)
Este tema es del disco de despedida de Pink Floyd El río sin fin quizá no sea lo mejor del álbum, pero la introducción es fascinante...