Primer concierto de Pink Floyd en Moscú (1989)
El primer concierto de Pink Floyd en la URSS tuvo lugar el 3 de junio de 1989. Fue un acontecimiento histórico no sólo para el mundo de la música, sino también para la sociedad soviética en su conjunto. Por primera vez, músicos de rock en la cima de su carrera actuaban en el país.
Organización
Los espectáculos de varios días de Pink Floyd, que comenzaron el 3 de junio y terminaron el 8, parecían un verdadero milagro. En 1988, cuando la banda llegó a la URSS para una gira, sus miembros no estaban seguros de que fueran a visitar el país para dar conciertos. La situación se agravó por el tipo de cambio del rublo, debido al cual los músicos tendrían que tocar por casi nada.
Sin embargo, Goskonzert y Barrucci Leisure Enterprises Limited se asociaron para organizar una serie de conciertos en Moscú, lo que causó tal revuelo que incluso se filmaron anuncios en la ciudad invitando a la gente al concierto; la compra de entradas ya se convirtió en una pelea de vez en cuando.
Organizar un concierto de tal envergadura era una tarea nueva incluso para Olimpiyskiy. El personal había estudiado las soluciones técnicas de las representaciones en otros países y tuvo que pedir equipos occidentales para garantizar su aplicación en el escenario soviético. Antes de que Pink Floyd llegara a Moscú, un avión voló con un cargamento de varias toneladas de atrezzo y equipo para el concierto.
Participantes
Sólo tres músicos de Pink Floyd vinieron a Moscú. Syd Barrett y Roger Waters habían dejado la banda en ese momento, por lo que David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright actuaron en el concierto.
El 2 de junio de 1989, actuaron en una rueda de prensa, en la que se les preguntó sobre su actitud hacia la URSS, la percepción del rock y la organización de los próximos conciertos. En la conferencia, los miembros de la banda subrayaron que actuar en Moscú era ante todo una forma de compartir su creatividad y no un proyecto comercial.
Repertorio
La banda llegó a Moscú para presentar el nuevo álbum "The momentary lapse of reason". Era el primer álbum de la banda grabado con la nueva formación, sin Roger Waters, y los músicos querían mostrarlo a un público lo más amplio posible.
Tampoco se olvidaron los viejos éxitos de Pink Floyd, la mayoría de los cuales el público conocía de memoria. El legendario álbum "The Dark Side Of The Moon" fue tocado aquí. Los asistentes al concierto dijeron que el público cantaba con tanto ímpetu que a veces ahogaba el potente equipo de música.
Respuesta
Encontrar entradas para los conciertos se convirtió casi inmediatamente en algo imposible. Incluso el asiento más incómodo disponible parecía un gran golpe para el comprador. Los especuladores multiplicaban por diez o más el precio de los billetes sobrevalorados; los veteranos del conflicto afgano, que tenían derecho a billetes con descuento, los vendían inmediatamente después de comprarlos, aumentando también considerablemente su precio.
El día del primer concierto, multitud de personas querían ir al concierto en la estación de metro. En los últimos minutos, los precios de las entradas subieron aún más, alcanzando cantidades increíbles de dinero. Las habitaciones de hotel escaseaban, ya que los aficionados de toda la Unión acudían a Moscú. En un principio, muchos comprendieron que no llegarían al concierto: sólo tenían que quedarse en la entrada del Olimpiyskiy y, tal vez, ver a su grupo favorito por casualidad.
El programa causó una fuerte impresión en el público. Fue un nuevo nivel de actuaciones, tanto vocal como técnicamente. Enormes decorados, un espectáculo de luces, enormes figuras volando por la sala, destellos de luz, pesados riffs de guitarra... todo esto era tan nuevo para el oyente soviético que muchos experimentaron un estado, que se llama cercano a la catarsis. Mantener a la multitud bajo control se hizo cada vez más difícil. Los guardias tuvieron que vigilar constantemente para que nadie resultara herido, pero no fue posible evitar por completo los conflictos, por lo que el público de las últimas filas siguió abriéndose paso hasta acercarse al escenario, abarrotando a los propietarios de los asientos de las primeras filas. Incluso se construyeron barricadas especiales para contener a la gente, pero incluso éstas a veces no podían resistir la avalancha de espectadores.
El deleite del espectáculo fue tan grande que después del concierto en Moscú, la multitud de fans acordonó el autobús con los miembros de Pink Floyd, que tuvieron que dar a los oyentes muchos autógrafos, en contra de su voluntad.
La actuación de Pink Floyd se convirtió en un símbolo de los cambios que se estaban produciendo en la URSS. El evento fue recordado no sólo como un espectáculo, sino también como el inicio de la bajada del telón del país a nuevos fenómenos culturales.