Clásicos legendarios: las mejores obras de todos los tiempos
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A pesar de los cambios en las tendencias y los géneros populares, la música clásica nunca deja de deleitar a los oyentes: durante siglos ha provocado una tormenta de emociones y sentimientos... ¡Es una música que ha resistido la prueba del tiempo! Hay muchos grandes clásicos, pero hoy vamos a recordar algunos verdaderamente legendarios... Aquí están los mejores clásicos de todos los tiempos... ¡Comencemos!
Ludwig van Beethoven: "A Elise"
Escrita a principios del siglo XIX, sigue siendo una de las obras más conocidas de Beethoven... La bagatela para piano, en tono de La menor, es la melodía más reconocible del mundo: es de lectura obligatoria en todas las escuelas de música, y desde el primer momento la tocan incluso quienes no conocen en absoluto el nombre del compositor (aunque dudo que haya gente así...).
En el momento de escribir A Elisa, Beethoven ya estaba casi sordo. ¿A quién estaba dedicada la pieza de piano? A día de hoy sigue siendo un misterio...
Edward Grieg: "Mañana"
"Morning" es el título de la sección inicial de la Suite nº 1 de Edvard Grieg, "Per Gunt". Mucha gente la conoce hoy en día; en las últimas décadas, la pieza se ha hecho muy popular en la televisión. Incluso se puede escuchar en Los Simpson.
El nombre habla por sí mismo: "Morning" evoca una sensación indescriptible y muy cálida de un día incipiente...
Wolfgang Amadeus Mozart: "Rondo Turco"
Más conocida como la "Marcha Turca", ha sido durante mucho tiempo uno de los atributos más importantes de la música clásica... Escrita por Mozart en 1783, era el movimiento final de la famosa Sonata nº 11.
Por cierto: el "rondo turco" es muy popular en la Turquía moderna.
Felix Mendelssohn: "Marcha Nupcial"
La solemne obra de Felix Mendelssohn goza desde hace tiempo de un estatus "intemporal": ¡se interpreta en las ceremonias de boda de prácticamente todo el mundo desde hace más de 150 años! Se trata, sin duda, de una contribución inestimable a la cultura y a la historia por parte del compositor...
Dato curioso: la princesa Victoria Adelaida María Luisa, hija de la reina Victoria, fue la primera novia que llegó al altar con esta solemne melodía...
Franz Schubert: "Ave María"
La historia de esta obra legendaria comenzó cuando Schubert compuso música para un pasaje del poema de Walter Scott La dama del lago: se llamaba La tercera canción de Ellen y representaba a la heroína del poema suplicando ayuda a la Virgen María... Esto constituyó la base de un texto latino completo.
Nikolai Rimsky-Korsakov: El vuelo del abejorro
Esta pieza se inspira en el cuento popular ruso del Zar Sultán (en la historia, en un intento de visitar a su padre, el príncipe se convierte en abejorro). La propia melodía es un reflejo del vuelo final del abejorro... ¡Es sencillamente impresionante ver con qué realismo se simula el vuelo del insecto!
Frédéric Chopin: "Impromptu Fantasia"
Frédéric Chopin dedicó una de sus obras más famosas a su gran amigo Julian Fontana. Tras la muerte del compositor, Fontana publicó la obra en 1855, desobedeciendo las instrucciones de un amigo que se había opuesto rotundamente a ella incluso en vida...
Camille Saint-Saëns: "El cisne"
Muchos conocen esta pieza como El cisne moribundo: ¡se estrenó cuando Saint-Saëns tenía cincuenta años! Y es notable porque es la única parte de la suite del Carnaval de los Animales que el compositor permitió que se interpretara en público durante su vida...
La música se inspira en una hermosa leyenda griega en la que el cisne silencioso canta por primera y última vez en su vida, antes de morir...
Claude Debussy: "Claro de Luna"
Esta música maravillosamente tierna y conmovedora se inspira en el poema homónimo de Paul Verlaine... Se podría decir que Claude Debussy te atrapa el alma al escuchar esta melodía... Por eso "Moonlight" es muy popular en el mundo del cine: se puede escuchar en la misma "Crepúsculo"...
Ludwig van Beethoven: "Sonata Claro de Luna"
Y nuestra lista de clásicos legendarios termina con el que la inició. La "Sonata Claro de Luna" de Beethoven es realmente magnífica y hermosa: todo el mundo la conoce, incluso aquellos que están bastante alejados de la música clásica... Beethoven la dedicó a la condesa Giulietta Guacardi, una joven estudiante de la que supuestamente estaba enamorado...